Nuestro país, según un estudio realizado por la asociación Australiana “The minderoo foundation”, es el país de Latinoamérica que más basura plástica desecha en el planeta y se encuentra en el puesto número 11° de 100 países estudiados.
Es por esto que en el mes de octubre de este año, la convención constitucional se declaró en estado de emergencia climática y ecológica y busca que la posible nueva constitución se escriba garantizando la protección de la naturaleza.
Todo este tipo de medidas es acertado y de vital importancia, pero de nada sirve si no tomamos acciones reales.
Ante el problema de la emergencia climática han surgido leyes importantes para avanzar hacia un cambio real, una de las más importantes es la ley 21.100 conocida popularmente como la ley “Chao bolsas plásticas”, que prohíbe la entrega de bolsas plásticas en todo el comercio del territorio nacional y sanciona con multas de hasta 5 UTM por cada bolsa plástica entregada.
Si bien es una ley importante y se están aplicando sanciones, el comercio aún no ha migrado del todo a restringir completamente el uso de plástico al momento de la entrega del producto hacia el consumidor.
Hoy es vital que todos como consumidores exijamos mayor fiscalización para hacer cumplir la ley y de esa manera lograr con pequeñas acciones evitar el desastre climático que viene.
No cabe duda que en el futuro con mayor fiscalización se podrán lograr grandes avances en esta materia, la pregunta es ¿estaremos a tiempo para ese entonces?.